"La comunicación debe ser dinámica, incluyente y participativa... de lo contrario no se estará comunicando sino anunciando... y eso puede generar rechazo".
Rafael Rodríguez Ortiz
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La comunicación estratégica es un conjunto de acciones que una organización realiza para transmitir un mensaje claro y efectivo a su público objetivo, con el fin de lograr sus objetivos y metas. La comunicación estratégica implica el diseño y la ejecución de un plan que incluye los siguientes elementos: los objetivos generales, los mensajes a comunicar, las acciones a realizar, las variables a considerar, los instrumentos a utilizar y los plazos de tiempo de ejecución.
Existen diferentes tipos de comunicación estratégica, según el propósito y el contexto en el que se desarrollan. Algunos de los más comunes son:
Una estrategia de comunicación interna es un plan que define los objetivos, los canales, los mensajes y las acciones para mejorar la comunicación entre los miembros de una organización. Su finalidad es fomentar el compromiso, la motivación, la colaboración y la cultura corporativa de los empleados.
Una estrategia de comunicación externa es un plan que define los objetivos, los canales, los mensajes y las acciones para mejorar la comunicación con los públicos externos de una organización. Su finalidad es generar confianza, reputación, visibilidad y posicionamiento de la marca en el mercado.
La estrategia de marketing digital hace referencia al uso de las herramientas digitales para comunicarse con el público objetivo, como las redes sociales, los blogs, el posicionamiento SEO, el email marketing, etc. Esta estrategia busca optimizar la presencia online de la organización, generar tráfico, leads y conversiones.
La estrategia de lanzamiento se utiliza cuando se quiere dar a conocer un producto o servicio al mercado, o cuando se realiza una actualización o un cambio de imagen de uno existente. Esta estrategia busca generar interés y expectativa en los potenciales clientes, así como diferenciarse de la competencia.
La estrategia de confianza se basa en la prueba social, es decir, en demostrar a los clientes que el producto o servicio cumple con lo que promete, mediante testimonios, reseñas, casos de éxito, etc. Esta estrategia busca generar credibilidad y fidelidad en los clientes actuales y futuros.
La estrategia de posicionamiento se enfoca en crear una imagen fuerte y distintiva de la organización, el producto o el servicio en el mercado, resaltando sus valores, beneficios y ventajas competitivas. Esta estrategia busca aumentar el reconocimiento y la preferencia de la marca entre el público objetivo.
La estrategia de expansión se aplica cuando se quiere conquistar nuevos mercados o segmentos de clientes, ofreciendo nuevos productos o servicios, o utilizando nuevos canales de comunicación. Esta estrategia busca incrementar las ventas y el alcance de la organización.